Nombre: Erik Shepart
Edad: 80 años de vida, 19 años criogenizado, en total, 99 años desde su nacimiento.
Profesión: Piloto de naves ligeras y de medio tamaño.
Arma: Rifle francotirador, Granadas, Pistola Láser y Machete de guerra (sabe artes marciales)
Caracteristicas:
Es una raza que salió de los experimentos que el ejército de los humanos hicieron, mezclando ADN de humanos con el de una raza de anfibios pseudointeligentes que descrubrieron en un planeta. Su cuerpo es muy parecido al de los humanos, de hecho son capaces de hablar como humanos y pensar como ellos, pero también juegan con la ventaja de gozar de una esperanza de vida de unos 300 años (ahora a sus 80 años de vida, aparenta unos 30 años humanos) también puede nadar libremente por el agua sin problemas de respiración y resistir el ambiente, radiación y atmósferas de algunos planetas con clima hostil para los humanos, sin necesidad de equipo especial, así como regeneran sus heridas en cuestión de unas pocas horas.
Desde que nació, fue entrenado y criado por la flota humana, como todos los de su especie, ya que tan sólo son creados exclusivamente para las batallas en guerras, y se les adiestra para que ante todo protejan a los humanos así como les enseñan a amar al planeta Tierra con el suyo propio.
Por esta razón, es bastante reservado a la hora de hablar, sólo acata órdenes aunque tiene la particularidad en esta raza, de tomar la iniciativa cuando las cosas se ponen feas. Parece carecer de sentimientos, si un superior le dice que mate a su compañero, él lo hace sin pestañear, así como si un superior le dice a su compañero que lo mate a él, también aceptará eso como una orden y no hará nada por defenderse o evitar la muerte a no ser que el superior se lo indique.
No conoce la alegría ni la tristeza, sólo siente constantemente miedo y disciplina.
Sexo y Raza: Masculino, Bugseriano.
Era el encargado de pilotar la nave de tamaño medio llamada "Delphinus" desde la Tierra hasta una estación nodriza hubicada en el sistema Términus, a 4 años luz desde el punto de partida. La misión, transportar un pelotón de 20 soldados recien salidos de la academia a aquella estación.
El primer día de la misión, esperé a que la criogenización de los soldados terminara, programé la ruta en el navegador, conecté el sistema remoto de dirección y seguimiento y programé el Salto al hiperespacio. Cuando terminé con ello, me introduje en mi cámara de criogenica, donde debería permanecer congelado 3 meses hasta que llegáramos al sistema Términus, ya que nadie puede permanecer fuera del estado criogénico en un viaje interestelar.
Por alguna extraña razón, el Salto al hiperespacio no se puso en marcha, y la nave estuvo viajando a velocidades infralumínicas durante los tres meses, por lo que cuando desperté, no se había realizado ni una décima parte del camino. Cuando salí de mi cápsula, la alarma de alerta sonaba por toda la sala, todos mis compañeros continuaban criogenizados, y yo corrí hasta el puesto de mando, ya que mi deber era proteger a aquellos humanos y dejarlos a salvo en aquella estación militar.
Comprobé que la radio de largo alcance no funcionaba, por lo que supuse que habíamos estado demasiado tiempo expuestos a algún campo magnético o radiactivo, por culpa del fallo en el Salto.
Nos obstante, la nave podía pilotarse, pero perdí demasiado tiempo en intentar habilitar el sistema de gravedad artificial, así como también en averiguar mediante el sistema GPS el lugar en dónde nos encontramos e intentar descriogenizar a mi compañero co-piloto de mi misma raza. Cuando me ocupé de todo aquello, mi compañero y yo nos vimos rodeados por una flota hostil, posiblemente piratas espaciales de algún planeta cercano.
La nave era de transporte y equipada con el Salto hiperespacial, por lo que no constaba de armas ni escudos, así que comprendí que estabamos perdidos, por lo que intenté aterrizar en la superficie de un planeta que estaba a unos 20.000 kilómetros. Durante el breve viaje, nos llegaron a alcanzar en un ala, así que el co-piloto se encargó de poner en marcha la descriogenización de todos los tripulantes.
Aun así, éramos más rápidos que las naves del enemigo por lo que los dejamos bastante atrás, pero la entrada a la atmósfera fue demasiado aparatosa, despedazando casi por completo el fuselaje de la nave.
Impactamos contra el suelo, el co-piloto murió, la nave salió ardiendo y yo había perdido el conocimiento por unos segundos.
La nave no explotaría, pero era necesario sacar a los supervivientos de allí antes de que nos cociéramos dentro por el fuego. En ese momento, fue cuando vi a 2 personas más arrastrándose por el suelo, al parecer habían conseguido descriogenizarse a tiempo, por lo que las saqué al exterior, me tiré exausto en la hierva del planeta observando el cielo.
Por suerte era un planeta habitable con oxígeno y cubierto casi al completo de peligrosa y tropical selva....pero estábamos perdidos y nadie sabía dónde estábamos. Solo pensaba en apagar el fuego de la nave y ver en qué situación nos encontrábamos...